Los mayores con lentes estamos habituados a llevarlas y tenemos aproximadamente claro en qué momento nos hace falta adquirir unas nuevas pues la graduación de las viejas se ha quedado desfasada. Este es exactamente uno de los inconvenientes que en ocasiones retrasa el diagnosticar un inconveniente de vista en los más pequeños: hasta el momento en que no manifiestan en voz alta que no ven apropiadamente, puede pasar algo de tiempo antes que reciban las lentes y el tratamiento convenientes. Hay que tomar en consideración que para ellos, de qué manera ven es como piensan que deben ver. De ahí la necesidad de llevarlos a revisiones periódicas al oculista cuando menos una vez por año.
Un buen instante para hacerlo es inmediatamente antes de la vuelta al cole, tras el regreso de las vacaciones. Tanto si ya llevan lentes tal y como si es la primera vez, es esencial tener en consideración ciertos aspectos relativos tanto al género de gafa como los materiales más convenientes o bien el montaje de los cristales en las monturas. Desde Lord Wilmore, una firma de España de lentes que se especializa en la venta cien por ciento on line, han elaborado una lista de consejos para escoger las lentes de los niños:
1. Que sean bonitas. Si bien parezca un requisito poco esencial, en los pequeños que adquieren lentes por vez primera es fundamental que se sientan bien con ellas, que se vean bien y que no vean las lentes como un oponente. Los pequeños acostumbran a sentirse más cómodos con lentes cuando se les deja escoger su montura.
dos. Material de la montura. A fin de que resulten lo más cómodas posibles y además de esto sean bastante difíciles de romper. Las monturas de silicona cumplen los dos requisitos siendo más flexibles y eludir las rupturas. En pequeños mayores de 5 años podemos pasarnos a las monturas de acetato, en tanto que disimulan mejor el grosor de la lente y acostumbran a ser más bastante difíciles de romper que las monturas metálicas o bien de plástico inyectado.
tres. Que sean cómodas. Y lo menos recias posible. Tanto las varillas como las terminales (la una parte de la gafa que rodea la oreja), han de ser flexibles y graduables, y en las varillas es conveniente que se utilice una bisagra con muelle a fin de que no se rompan al ponerse y quitarse. "Nosotros aconsejamos poner stoppers en las patillas, que abrazan la oreja del pequeño y hacen que las lentes no se caigan", explica el creador de la firma, Emilio Capela. "En vez de la habitual cinta que les pasa tras la cabeza, que puede resultar más incómoda".
cuatro. Tener unas de repuesto, por si las moscas. Sobre todo en el caso de los pequeños que precisan las lentes de manera permanente, puesto que pueden romperse de forma inopinada, jugando o bien efectuando cualquier actividad. "Si a nuestro hijo se le rompen los zapatos, le ponemos otros enseguida", explica Emilio. "La idea con las lentes es exactamente la misma, y no tener que llevar al pequeño con las lentes pegadas con celo hasta el momento en que se haga unas nuevas".
cinco. Seleccionar la graduación adecuada. La graduación de los pequeños cambia frecuentemente, de ahí que es relevante que tengan unas lentes acordes y que se examinen la vista con frecuencia; idealmente todos los años o bien en el momento en que nos afirmen que no pueden ver bien. La graduación de la vista se puede efectuar en un médico oculista o bien en la óptica. Asimismo es esencial que las lentes sean bisealdas y montadas por profesionales, para asegurar su adecuado montaje.
Un buen instante para hacerlo es inmediatamente antes de la vuelta al cole, tras el regreso de las vacaciones. Tanto si ya llevan lentes tal y como si es la primera vez, es esencial tener en consideración ciertos aspectos relativos tanto al género de gafa como los materiales más convenientes o bien el montaje de los cristales en las monturas. Desde Lord Wilmore, una firma de España de lentes que se especializa en la venta cien por ciento on line, han elaborado una lista de consejos para escoger las lentes de los niños:
1. Que sean bonitas. Si bien parezca un requisito poco esencial, en los pequeños que adquieren lentes por vez primera es fundamental que se sientan bien con ellas, que se vean bien y que no vean las lentes como un oponente. Los pequeños acostumbran a sentirse más cómodos con lentes cuando se les deja escoger su montura.
dos. Material de la montura. A fin de que resulten lo más cómodas posibles y además de esto sean bastante difíciles de romper. Las monturas de silicona cumplen los dos requisitos siendo más flexibles y eludir las rupturas. En pequeños mayores de 5 años podemos pasarnos a las monturas de acetato, en tanto que disimulan mejor el grosor de la lente y acostumbran a ser más bastante difíciles de romper que las monturas metálicas o bien de plástico inyectado.
tres. Que sean cómodas. Y lo menos recias posible. Tanto las varillas como las terminales (la una parte de la gafa que rodea la oreja), han de ser flexibles y graduables, y en las varillas es conveniente que se utilice una bisagra con muelle a fin de que no se rompan al ponerse y quitarse. "Nosotros aconsejamos poner stoppers en las patillas, que abrazan la oreja del pequeño y hacen que las lentes no se caigan", explica el creador de la firma, Emilio Capela. "En vez de la habitual cinta que les pasa tras la cabeza, que puede resultar más incómoda".
cuatro. Tener unas de repuesto, por si las moscas. Sobre todo en el caso de los pequeños que precisan las lentes de manera permanente, puesto que pueden romperse de forma inopinada, jugando o bien efectuando cualquier actividad. "Si a nuestro hijo se le rompen los zapatos, le ponemos otros enseguida", explica Emilio. "La idea con las lentes es exactamente la misma, y no tener que llevar al pequeño con las lentes pegadas con celo hasta el momento en que se haga unas nuevas".
cinco. Seleccionar la graduación adecuada. La graduación de los pequeños cambia frecuentemente, de ahí que es relevante que tengan unas lentes acordes y que se examinen la vista con frecuencia; idealmente todos los años o bien en el momento en que nos afirmen que no pueden ver bien. La graduación de la vista se puede efectuar en un médico oculista o bien en la óptica. Asimismo es esencial que las lentes sean bisealdas y montadas por profesionales, para asegurar su adecuado montaje.