2 círculos amarillos atravesados por una línea negra vertical continúan inmóviles sobre la superficie del agua. Vigilantes. Una investigación reciente aporta nuevos datos sobre los ojos de los cocodrilos y la forma en la que observan a sus presas. Te lo contamos todo en este artículo.
Conforme con una investigación llevado a cabo por científicos australianos, que ha sido publicado en la gaceta Journal of Experimental Biology, merced a las singulares peculiaridades de sus ojos y su visión, los cocodrilos avizoran a sus presas en la superficie del agua de una manera única.
Peculiaridades conocidas sobre los ojos de los cocodrilos
De la misma manera que ocurre con otros animales tetrápodos anfibios o bien acuáticos, los ojos, oídos y agujeros nasales de los cocodrilos, se hallan localizados en exactamente el mismo plano: en la parte superior de la cabeza. Esto es deja ver, escuchar y respirar pudiendo sostener el resto de su cuerpo bajo el agua.
Tras los ojos, cubiertos por una capa móvil de piel, se hallan los tímpanos. Cuando estos animales se sumergen, oídos, agujeros nasales y ojos se cierran, eludiendo que el agua entre en ellos.
Cuentan con 3 párpados: el superior, el inferior y el nictitante, formado por una membrana transparente que los resguarda bajo el agua.
Los ojos de los cocodrilos, igual que los mamíferos y las serpientes, no tienen anillo esclerótico. Este conjunto de huesos es el responsable de mantener el globo ocular, y lo tienen la mayor parte de los reptiles y pájaros.
Tienen una pupila vertical, como la de los gatos, que favorece su visión nocturna.
Cuentan con tapetum lucidum, una capa de tejido ubicada en la parte trasera del ojo de muchos animales vertebrados que refleja la luz y, como la pupila vertical, favorece la visión nocturna. El tapetum lucidum es la razón por la que sus ojos relucen en la obscuridad y salen con un color distorsionado (blanco, colorado, azul…) en las fotografías nocturnas.
Nuevos descubrimientos sobre los ojos de los cocodrilos
Tras estudiar los globos oculares de cocodrilos de aguas dulces y salobres, mandados a la Universidad Occidental de Australia desde una granja de Broome, los estudiosos australianos han llegado a 2 sorprendentes conclusiones sobre la visión de estos animales:
Tienen la fóvea alargada. La fóvea es una zona sensible de la retina en la que se hallan diferentes géneros de células receptoras. Tal como ha explicado Nicolas Nagloo, estudiante del doctorado de la Universidad Occidental de Australia, al paso que en otros animales y en los humanos la fóvea es circular, en estos predadores es una raya horizontal. Esta particular forma da a los cocodrilos mayor claridad a lo largo del horizonte visual, permitiéndoles explorar el ambiente sin precisar moverse, continuando vigilantes con sus ojos sobre el agua a lo largo de largos periodos de tiempo. Conforme con los estudiosos, a pesar de que la agudeza visual de los cocodrilos no es buenísima (es unas seis o bien siete veces menos precisa que la del hombre), su fóvea alargada, de forma perfecta amoldada a su estilo de vida, reemplaza esta deficiencia.
Sus ojos se amoldan a diferentes ambientes acuáticos. Hasta el momento en que se hizo este estudio, se pensaba que la visión de los cocodrilos bajo el agua era turbia. Se suponía, por ende, que estos animales se valían de otros sentidos para orientarse en este elemento. No obstante, este nuevo trabajo revela que la visión de estos predadores bajo el agua podría ser más esencial de lo que se creía. Como ha explicado Nagloo, los conos de la fóvea de los cocodrilos son diferentes dependiendo si estos viven en un ambiente de agua dulce o bien de agua salobre. Al efectuar pruebas para medir la luz absorbida por los fotorreceptores de la retina, los estudiosos comprobaron que los cocodrilos de agua dulce se dirigían cara longitudes de onda más rojas y largas, en comparación con los cocodrilos de agua salobre. Conforme el equipo de científicos, esto se explica pues, en aguas dulces, se registra un predominio de luces rojas. Al tiempo que, en aguas salobres, las luces son eminentemente azules. Los estudiosos destacan lo inopinado de este descubrimiento, puesto que estos animales son semi-acuáticos y efectúan las actividades esenciales como apresar, alimentarse o bien aparearse, fuera del agua. Esta sensibilidad adaptativa cara la luz podría señalar que hacen algún comportamiento esencial para ellos cuando están sumergidos. Dicho comportamiento es todavía ignoto para los humanos.
En lo que se refiere al número y densidad de los conos de la retina, los científicos mantienen que no han observado diferencias entre la especie que vive en ambientes agua dulce y la que vive en ambientes de agua salobre.
Conforme con una investigación llevado a cabo por científicos australianos, que ha sido publicado en la gaceta Journal of Experimental Biology, merced a las singulares peculiaridades de sus ojos y su visión, los cocodrilos avizoran a sus presas en la superficie del agua de una manera única.
Peculiaridades conocidas sobre los ojos de los cocodrilos
De la misma manera que ocurre con otros animales tetrápodos anfibios o bien acuáticos, los ojos, oídos y agujeros nasales de los cocodrilos, se hallan localizados en exactamente el mismo plano: en la parte superior de la cabeza. Esto es deja ver, escuchar y respirar pudiendo sostener el resto de su cuerpo bajo el agua.
Tras los ojos, cubiertos por una capa móvil de piel, se hallan los tímpanos. Cuando estos animales se sumergen, oídos, agujeros nasales y ojos se cierran, eludiendo que el agua entre en ellos.
Cuentan con 3 párpados: el superior, el inferior y el nictitante, formado por una membrana transparente que los resguarda bajo el agua.
Los ojos de los cocodrilos, igual que los mamíferos y las serpientes, no tienen anillo esclerótico. Este conjunto de huesos es el responsable de mantener el globo ocular, y lo tienen la mayor parte de los reptiles y pájaros.
Tienen una pupila vertical, como la de los gatos, que favorece su visión nocturna.
Cuentan con tapetum lucidum, una capa de tejido ubicada en la parte trasera del ojo de muchos animales vertebrados que refleja la luz y, como la pupila vertical, favorece la visión nocturna. El tapetum lucidum es la razón por la que sus ojos relucen en la obscuridad y salen con un color distorsionado (blanco, colorado, azul…) en las fotografías nocturnas.
Nuevos descubrimientos sobre los ojos de los cocodrilos
Tras estudiar los globos oculares de cocodrilos de aguas dulces y salobres, mandados a la Universidad Occidental de Australia desde una granja de Broome, los estudiosos australianos han llegado a 2 sorprendentes conclusiones sobre la visión de estos animales:
Tienen la fóvea alargada. La fóvea es una zona sensible de la retina en la que se hallan diferentes géneros de células receptoras. Tal como ha explicado Nicolas Nagloo, estudiante del doctorado de la Universidad Occidental de Australia, al paso que en otros animales y en los humanos la fóvea es circular, en estos predadores es una raya horizontal. Esta particular forma da a los cocodrilos mayor claridad a lo largo del horizonte visual, permitiéndoles explorar el ambiente sin precisar moverse, continuando vigilantes con sus ojos sobre el agua a lo largo de largos periodos de tiempo. Conforme con los estudiosos, a pesar de que la agudeza visual de los cocodrilos no es buenísima (es unas seis o bien siete veces menos precisa que la del hombre), su fóvea alargada, de forma perfecta amoldada a su estilo de vida, reemplaza esta deficiencia.
Sus ojos se amoldan a diferentes ambientes acuáticos. Hasta el momento en que se hizo este estudio, se pensaba que la visión de los cocodrilos bajo el agua era turbia. Se suponía, por ende, que estos animales se valían de otros sentidos para orientarse en este elemento. No obstante, este nuevo trabajo revela que la visión de estos predadores bajo el agua podría ser más esencial de lo que se creía. Como ha explicado Nagloo, los conos de la fóvea de los cocodrilos son diferentes dependiendo si estos viven en un ambiente de agua dulce o bien de agua salobre. Al efectuar pruebas para medir la luz absorbida por los fotorreceptores de la retina, los estudiosos comprobaron que los cocodrilos de agua dulce se dirigían cara longitudes de onda más rojas y largas, en comparación con los cocodrilos de agua salobre. Conforme el equipo de científicos, esto se explica pues, en aguas dulces, se registra un predominio de luces rojas. Al tiempo que, en aguas salobres, las luces son eminentemente azules. Los estudiosos destacan lo inopinado de este descubrimiento, puesto que estos animales son semi-acuáticos y efectúan las actividades esenciales como apresar, alimentarse o bien aparearse, fuera del agua. Esta sensibilidad adaptativa cara la luz podría señalar que hacen algún comportamiento esencial para ellos cuando están sumergidos. Dicho comportamiento es todavía ignoto para los humanos.
En lo que se refiere al número y densidad de los conos de la retina, los científicos mantienen que no han observado diferencias entre la especie que vive en ambientes agua dulce y la que vive en ambientes de agua salobre.