Los ojos reflejan las emociones y, de ahí que, diríase que son el “espejo del alma”. Muchos científicos han llevado a cabo investigaciones con la pretensión de demostrar que las miradas ocultan la clave de lo que sentimos las personas. En este artículo hemos compendiados ciertos más sorprendentes. ¡No te lo pierdas!
Presta atención a dónde miras
Conforme los especialistas en Programación Neurolingüística (PNL) los ojos efectúan diferentes movimientos en dependencia de la actividad que esté realizando el cerebro:
Cuando estamos nostálgicos o bien recordamos algo, los ojos miran arriba a la izquierda
Cuando tenemos proyectos que nos ilusionan o bien pensamos en el futuro, los ojos miran arriba a la derecha
Cuando algo nos preocupa, los ojos miran abajo a la izquierda
Cuando estamos tristes, los ojos miran abajo a la derecha
Cuando estamos inquietos, los ojos se mueven a todos lados y no se concentran en nada
Las emociones en los ojos
Si estás feliz o bien sorprendido, vas a abrir más los ojos
Conforme con Adam Anderson, neurólogo de la Universidad de Cornell, el grado de apertura de nuestros ojos asimismo revela lo que sentimos.
En el momento en que nos sentimos sorprendidos, nuestros ojos se abren completamente. Así, dejan entrar más luz y dejan que el campo visual sea más extenso.
Cuando estamos alegres asimismo tendemos a abrir más los ojos; una investigación de Anderson prueba que los sentimientos de dicha mejoran la visión periférica. Mas ¡Cuidado! En estados de dicha exuberante, como el enamoramiento, por servirnos de un ejemplo, podemos “perder el foco”, tener más distracciones y acrecentar, como consecuencia, el peligro de padecer accidentes.
Cuando estamos airados y preocupados, nuestros ojos se entornan para asistirnos, de alguna forma, a centrar el inconveniente que ocupa nuestros pensamientos.
¿Te resulta interesante el tema? Puedes saber pero en estos post:
Si ves la vida color de rosa… ves más
Emoción en tus ojos
Emociones en los ojos
¿Amor o bien sexo? Todo está en los ojos
Conforme con una investigación de Stephanie Cacioppo, estudiosa de la Universidad de la ciudad de Chicago, los ojos se mueven de una manera diferente cuando se siente amor que cuando se siente deseo.
Cuando sentimos amor, nos fijamos más en la cara de la persona
Cuando sentimos deseo, prestamos más atención a su cuerpo
Mensajes ocultos en el iris… y en las pupilas
Un sicólogo de la Universidad de Örebro (Suecia) llamado Mats Larsson mantiene que los patrones de iris reflejan la tendencia genética a tener una o bien otra personalidad.
Las personas con menos criptas (filamentos ondulados que irradian de la pupila) son cálidas, francas, confiadas y experimentan emociones positivas con sencillez.
Las personas que tienen más círculos concéntricos alrededor del iris tienden a ser más inquietas o bien impetuosas.
*Acércate al espéculo y mira tus ojos ¿han atinado contigo?, ¿tienes más criptas o bien más círculos?
Las pupilas no solo se contraen o bien se dilatan frente a los cambios de luz, asimismo alteran su tamaño en función de aquello que sentimos. ¿Lo sabías?
La dilatación pupilar se genera cuando…
Estamos concentrados leyendo algo en el PC o bien viendo nuestra película preferida. La concentración asimismo hace que reduzca la frecuencia de nuestro parpadeo.
Tenemos interés por algo que no debe ser necesariamente un estímulo visual: nuestras pupilas se dilatan cuando escuchamos una canción que nos agrada, por poner un ejemplo.
Nos agrada o bien nos atrae una persona, al ampliar nuestras pupilas dejamos que llegue más luz a nuestra retina y, como consecuencia, vemos mejor aquello que tenemos delante; en un caso así, la persona que nos agrada.
Estamos conformes con alguien; la satisfacción de sentirnos comprendidos asimismo hace que nuestras pupilas se amplíen.
Sentimos dolor físico; las personas que tienen jaqueca presentan las pupilas dilatadas.
La contracción pupilar se genera cuando…
Tenemos demasiado trabajo y no sabemos bien por dónde comenzar. Es decir: la sensación de agobio nos hace cerrar las pupilas.
Estamos en disconformodidad con algo; sentirnos incomprendidos favorece la contracción de nuestras pupilas.
Nos sentimos tristes. En los malos instantes, entornamos los ojos y nuestras pupilas se hacen más pequeñas
Estamos preocupados. En estas circunstancias nuestros párpados caen sobre los ojos y las pupilas se contraen para centrar el inconveniente.
Nos sentimos enojados o bien decepcionados; perdemos visión periférica y contraemos las pupilas; tal y como si quisiéramos centrarnos más en nosotros mismos.
Presta atención a dónde miras
Conforme los especialistas en Programación Neurolingüística (PNL) los ojos efectúan diferentes movimientos en dependencia de la actividad que esté realizando el cerebro:
Cuando estamos nostálgicos o bien recordamos algo, los ojos miran arriba a la izquierda
Cuando tenemos proyectos que nos ilusionan o bien pensamos en el futuro, los ojos miran arriba a la derecha
Cuando algo nos preocupa, los ojos miran abajo a la izquierda
Cuando estamos tristes, los ojos miran abajo a la derecha
Cuando estamos inquietos, los ojos se mueven a todos lados y no se concentran en nada
Las emociones en los ojos
Si estás feliz o bien sorprendido, vas a abrir más los ojos
Conforme con Adam Anderson, neurólogo de la Universidad de Cornell, el grado de apertura de nuestros ojos asimismo revela lo que sentimos.
En el momento en que nos sentimos sorprendidos, nuestros ojos se abren completamente. Así, dejan entrar más luz y dejan que el campo visual sea más extenso.
Cuando estamos alegres asimismo tendemos a abrir más los ojos; una investigación de Anderson prueba que los sentimientos de dicha mejoran la visión periférica. Mas ¡Cuidado! En estados de dicha exuberante, como el enamoramiento, por servirnos de un ejemplo, podemos “perder el foco”, tener más distracciones y acrecentar, como consecuencia, el peligro de padecer accidentes.
Cuando estamos airados y preocupados, nuestros ojos se entornan para asistirnos, de alguna forma, a centrar el inconveniente que ocupa nuestros pensamientos.
¿Te resulta interesante el tema? Puedes saber pero en estos post:
Si ves la vida color de rosa… ves más
Emoción en tus ojos
Emociones en los ojos
¿Amor o bien sexo? Todo está en los ojos
Conforme con una investigación de Stephanie Cacioppo, estudiosa de la Universidad de la ciudad de Chicago, los ojos se mueven de una manera diferente cuando se siente amor que cuando se siente deseo.
Cuando sentimos amor, nos fijamos más en la cara de la persona
Cuando sentimos deseo, prestamos más atención a su cuerpo
Mensajes ocultos en el iris… y en las pupilas
Un sicólogo de la Universidad de Örebro (Suecia) llamado Mats Larsson mantiene que los patrones de iris reflejan la tendencia genética a tener una o bien otra personalidad.
Las personas con menos criptas (filamentos ondulados que irradian de la pupila) son cálidas, francas, confiadas y experimentan emociones positivas con sencillez.
Las personas que tienen más círculos concéntricos alrededor del iris tienden a ser más inquietas o bien impetuosas.
*Acércate al espéculo y mira tus ojos ¿han atinado contigo?, ¿tienes más criptas o bien más círculos?
Las pupilas no solo se contraen o bien se dilatan frente a los cambios de luz, asimismo alteran su tamaño en función de aquello que sentimos. ¿Lo sabías?
La dilatación pupilar se genera cuando…
Estamos concentrados leyendo algo en el PC o bien viendo nuestra película preferida. La concentración asimismo hace que reduzca la frecuencia de nuestro parpadeo.
Tenemos interés por algo que no debe ser necesariamente un estímulo visual: nuestras pupilas se dilatan cuando escuchamos una canción que nos agrada, por poner un ejemplo.
Nos agrada o bien nos atrae una persona, al ampliar nuestras pupilas dejamos que llegue más luz a nuestra retina y, como consecuencia, vemos mejor aquello que tenemos delante; en un caso así, la persona que nos agrada.
Estamos conformes con alguien; la satisfacción de sentirnos comprendidos asimismo hace que nuestras pupilas se amplíen.
Sentimos dolor físico; las personas que tienen jaqueca presentan las pupilas dilatadas.
La contracción pupilar se genera cuando…
Tenemos demasiado trabajo y no sabemos bien por dónde comenzar. Es decir: la sensación de agobio nos hace cerrar las pupilas.
Estamos en disconformodidad con algo; sentirnos incomprendidos favorece la contracción de nuestras pupilas.
Nos sentimos tristes. En los malos instantes, entornamos los ojos y nuestras pupilas se hacen más pequeñas
Estamos preocupados. En estas circunstancias nuestros párpados caen sobre los ojos y las pupilas se contraen para centrar el inconveniente.
Nos sentimos enojados o bien decepcionados; perdemos visión periférica y contraemos las pupilas; tal y como si quisiéramos centrarnos más en nosotros mismos.